La
creencia tradicional tumbesina cuenta que cerca del caserío Uña de Gato, en el
distrito de Papayal, en la provincia de Zarumilla, se encuentra un hermoso y
frondoso ceibo (planta típica de la región) que se le conoce con el nombre de
“El ceibo del diablo”. Lo llaman así porque -según dice la leyenda- a las doce
de la noche aparece un personaje endemoniado que amenaza con llevarse al
infierno a toda persona que pasa por ahí a esa hora o se encuentra vagando por
ese sitio.
Se
dice que son muchas las personas que han sido víctimas de este maleficio
impuesta por el demonio. La credulidad popular es tan arraigada que mucha
gente, antes de pasar de día por el lugar, se santigua con todo respeto y
recogimiento. Muy pocos o casi nadie se ha atrevido a pasar por “El ceibo del diablo”
a la medianoche.
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