La Región de Tumbes es rica
por sus historias y leyendas. Una de ellas es la pequeña laguna cercana al Caserío
de Pocitos en la Provincia de Zarumilla, cuentan las leyendas locales que en las noches salía una hermosa mujer
vestida de blanco quien ofrecía su ayuda a aquel que se acercara a pedirla.
Pero la única condición para que esta diera su ayuda era que la persona
escribiera su nombre en un cuaderno con su propia sangre.
Se dice que todos los
pobladores que pedían deseos lo hacían sin
ningún reparo pero cuentan que hubo una vez un poblador conocido por su
valentía de apellido Cavero quien decidió no cumplir dicha condición de
escribir su nombre en el cuaderno. Los pobladores horrorizados cuentan que
vieron después de unos días el cuerpo de Cavero muerto con marcas negras, sin
ninguna gota de sangre y botando espuma.
También hay otras historias que cuentan que en las cercanías de dicha laguna unos habitantes huían del Ecuador ya que estaban siendo perseguidos por delincuentes y que decidieron enterrar sus tesoros para evitar ser atrapados por estos al terminar de enterrarlos se cuenta de que lanzaron un encantamiento en estos tesoros que decía: “Estos tesoros se los regalamos al diablo”. Muchas personas escarbaron para encontrar dicho tesoro en la Laguna pero se rumoreaba que cada vez que cavaban el tesoro más y más se hundía, seguro que era la manera de burlarse del diablo de la ambición humana.
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