Entre
julio y octubre de cada año, las playas Punta Sal y Zorritos, de Tumbes, son
escenario de un impresionante espectáculo de la naturaleza: la temporada de
avistamiento de ballenas jorobadas. Enormes mamíferos que llegan a las costas
del norte del país luego de nadar más de ocho mil kilómetros desde la Antártida
en busca de aguas cálidas para aparearse. Es la migración más larga del
planeta.
Las impresionantes ballenas, que miden aproximadamente 16 metros y pesan hasta 40 toneladas, pueden ser observadas mar adentro por las embarcaciones que surcan las aguas con turistas para ver esta exhibición acuática. Los desplazamientos, saltos, “cantos” y una serie de piruetas que realizan parece ser una alegre danza que realizan en su proceso de apareamiento y reproducción.
Junto
a las ballenas jorobadas se puede ver también a los enormes tiburones ballenas
(miden hasta 20 metros), delfines y otras especies marinas que forman
parte de la “coreografía” de esta especie de danza acuática. Un espectáculo
único en el mundo.
En octubre, una vez que las crías de las ballenas han desarrollado lo suficiente y adquirido la grasa necesaria para soportar las gélidas aguas australes, emprenden el retorno a la Antártida. Cada año es lo mismo. Son una especie migratoria.
Por este sensacional espectáculo, el Perú está nominado como destino líder para avistamiento de ballenas líder en América del Sur, en los World Travel Award 2021, considerado como el “Óscar del Turismo” por el prestigioso diario “The Wall Street Journal”.
Cabe mencionar que, como parte de la reactivación del sector turismo en la región Tumbes, el Mincetur reconoció el pasado 28 de mayo a las playas Punta Sal y Zorritos con el sello Safe Travels.
El avistamiento de ballenas, caza y buceo en esta parte del litoral norteño, es una gran atracción turística que nuevamente se puede disfrutar ahora que las restricciones por la pandemia han disminuido considerablemente en Tumbes por su recuperación sanitaria.
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